La moda en el futuro: te damos unas pistas

 

La moda en el futuro: te damos unas pistas

¿Cómo crees que se imaginarían la moda del año 2000 en los años 30? ¿Crees que andarían desencaminados? ¿O crees que su imaginación se corresponde con la actual realidad?

Júzgalo tú mismo en el siguiente vídeo, realizado en 1939 y titulado Clothing of the Future. Nosotros no estamos muy seguros de que en esa época acertaran en sus predicciones:

Tras ver esto, hemos estado investigando y nos gustaría darte una serie de pistas sobre cómo podría ser la moda en el futuro o, al menos, qué tipo de innovadoras prendas podremos ver y vestir dentro de un tiempo. Empezamos.

Calcetines antibacterias

Ya existen productos antibacterias en el mercado pero, ¿cómo trasladar esta virtud a prendas que se lavan continuamente? La respuesta la tiene el sistema textil Aegis Microbe Shield. Este sistema está compuesto por micropolímeros que se comportan como filos que se clavan en las bacterias y las elimina por acción mecánica, no se pierde función alguna del tejido y sirve perfectamente durante toda su vida útil.

Otra alternativa son las prendas compuestas parcialmente con metales. Los ingenieros textiles de la Universidad de Salamanca aseguran que toda prenda basada en metal y con acabados del tipo metálico produce un efecto antibacteriano.

Prendas que calientan

El frotamiento de la piel con la ropa puede producir calor y este fenómeno, conocido como tribielectricidad, es precisamente el que aprovecha el Thermolactyl en su aplicación en prendas de ropa. Es una fibra sintética, derivada del PVC, desarrollada durante la Segunda Guerra Mundial, se utilizó para los uniformes de los soldados británicos.

Prendas que enfrían

Para el caso contrario, una solución es quitarse toda la ropa. Pero si esa alternativa no es viable, se puede acudir a los tejidos inteligentes. Las microcápsulas PCM, están hechas de un material que, rodeado por una membrana, es capaz de transformarse de sólo a líquido en un rango de temperaturas similar a las del cuerpo humano. Funciona de la siguiente manera: si te pones una camiseta de este material y te pones a correr, cuando comienzas a sudar se funden los alcanos, estos absorben calor sin cambiar de temperatura y extrayendo el calor sobrante del cuerpo. Si entonces te detienes y te sientas a descansar, estas microcápsulas se solidifican y expulsan el calor, lo devuelven al cuerpo. Cuiroso, ¿verdad?

Prendas que huelen, que cambian de color o relajantes

Hoy día ya existen compuestos que se pueden microencapsular e introducir en los tejidos para añadir a estos aromas, cosméticos o hasta pigmentos capaces de variar su color con la luz. Las aplicaciones de estas técnicas no tienen gran utilidad, tienen un fin más recreativo. Lo que ocurre es que tienen ciertas limitaciones, ya que tanto los aromas en los tejidos como los colorantes de la ropa no duran eternamente, se gastan y dejan de funcionar.

Desde luego, muchos de estos productos dejan de desarrollarse o de producirse debido a su falta de utilidad o porque resultan ser unos fiascos científicos. Pero los productores textiles no dejan de investigar en innovaciones de este tipo.

Aparatos electrónicos para vestir

Ropa luminiscente, prendas con LEDs, con fibra óptica o camisetas con pantallas flexibles capaces de cambiar los diseños cuando quiera su dueño. Sin duda es uno de los campos más interesantes ahora mismo en la industria textil. La principal innovación ha sido que ya no es necesario el acople de electrodos en la ropa, sino que los circuitos eléctricos forman parte del propio tejido. Se están produciendo avances pero lo cierto es que todavía son proyectos en desarrollo en laboratorios, deberemos permanecer atentos para ver cómo evolucionan estas tecnologías aplicadas a la ropa y a la moda.

Prendas antimanchas

Para desarrollar prendas que combatan las manchas por sí solas, debemos de acudir a la nanotecnología. Ahora es posible crear prendas a partir de tejidos recubiertos por nanopartículas que permiten la fabricación de ropa impermeable o que no dejan penetrar la suciedad, con lo que siempre se conservan limpias. ¿Lo malo? El alto coste de esta tecnología hace que, de momento, no se pueda comercializar ropa de este tipo.